En su correo, a través de una red social, me decía: "No puedo publicarla con
mi nombre, quiero hacerlo, pero sería bajo seudónimo, hay tanto de mí en ella,
tanto que aún me duele. Ya sabes.., soy
una mujer de agua. Si te parece bien la escribiría como Fermina Daza, la protagonista de El
amor en los tiempos del cólera"
Sonreí mientras respondía a su correo porque
esa obra era una de las que tanto me han hecho disfrutar, una más de las
grandes obras de mi idolatrado Gabo y su protagonista, Fermina, tiene esa magia
especial que caracteriza a las mujeres de agua. Sí, sonreí, aunque fue a
medias, con una brizna de tristeza, con un pequeño brillo de agua que recorrió
mis ojos porque, yo, habitaba sus palabras y me dolían. No se puede pagar mejor esto de
escribir historias, de llevar al papel sentimientos. Saber que tus letras han
llegado tan dentro, que han sido capaces de tender una mano, de hacer posible el
que alguien luche por su felicidad, la mayoría de las veces tan merecida, tan combatida,
es un premio al esfuerzo, un regalo que no tiene precio.
Soy yo la que te doy
las gracias, mi querida Fermina. Gracias por desnudar tu corazón y tu alma en
esta reseña, gracias por hacerme llegar tus palabras, por esta amistad virtual
que surgió a través de mis novelas. Gracias, mujer de agua.
Mujeres de agua de Antonia J. Corrales , por Fermina Daza
Probablemente esta sea la reseña
más difícil, que más esfuerzo me va a costar escribir en mi vida. Soy una mujer
de agua en el momento de soltar la relación tóxica que mantenía con su
marido. Ya la lectura de En un rincón del alma me supuso una conmoción. No
recuerdo haber llorado en ninguna ocasión como lo hice con esa novela, que no
obstante me ayudó a afianzar la decisión ya tomada. Tras su lectura, entendí
que yo estaba haciendo mi “viaje a Egipto” particular. No es necesario
emprender un viaje físico de miles de kilómetros para saber qué rumbo
nuevo le quieres dar a tu vida y con quien NO la quieres compartir.
Estas son dos novelas que te
inyectan valentía, dignidad, esperanza en la capacidad de recuperación y que
despiertan los corazones castigados por unas parejas a las que le entregamos
nuestro amor y respeto y lo que recibimos a cambio es…,¡nada! O, peor,
indiferencia, desdén y otras cosas, que cada una de las mujeres que me
lean y las vivan, las saben.
He tenido que dejar pasar varios
días después de su lectura porque escribir esta reseña es como pasar una
lija por mis heridas. En un primer momento pensé que nunca sería capaz de
hacerlo, pero ahora me siento con fuerza para ello y si puedo ayudar a otra
mujer, me someto a ello con gusto. Cada una de vosotras que haya leído esta
novela se puede imaginar lo que es leerla y sentirse reflejada en ella, sobre
todo, estando inmersa en pleno proceso de ruptura, de lo que más adelante será
una liberación. Será recuperar la dignidad, tanta veces amenazada, la libertad
para tomar decisiones, el saber que no te está traicionando ni sufrir por la
deslealtad, que es de las cosas más dolorosas que he sentido. Hay
comportamientos que no se comprenden, salvo porque sabemos que existen las
personas perversas en este mundo. Hay personas que pertenecen al “mundo de la
osbcuridad” y necesitan tener parejas llenas de luz para poder alimentar el
gran vacío de su interior, pero al no tener nada, nada pueden hacer crecer por
más que nos roben la sustancia a nosotras, Mujeres de agua. Unas pueden escapar
antes y otras, como yo, hemos tardado mucho en comprender todo esto. Eso sí, en
cuanto he sido consciente, me he puesto en marcha hacia mi futuro, sin dudar en
ningún momento. El miedo es el sentimiento más paralizante que existe,
todos los sentimos, pero no se le puede conceder más de 20 segundos. He
recorrido el camino de la despedida sentimental de mi casa en la ciudad, de mi
rincón maravilloso en la playa, donde disfrutaba de mi familia y amigos;
de paz y armonía. Todo ello lo he ido haciendo a lo largo de estos meses y me
siento, ahora, muy tranquila, fuerte y serena; a pesar de tener una dura
batalla que librar pues, lógicamente, mi marido se opone a la ruptura. Ya
crearé un hogar nuevo y miraré el mar desde otras perspectivas. Lo
esencial es saber que “LAS COSAS IMPORTANTES DE LA VIDA, NO SON COSAS”.
Solo puedo añadir que, con estas
novelas, Antonia J Corrales ha ayudado a muchas mujeres y seguirá haciéndolo,
pues, una vez se hace la luz en nuestra vida, se nos cae la venda y ya nada nos
debe detener. Salimos al mundo de la luz, de la serenidad, la paz interior y la
alegría. Dejamos atrás el miedo, la desconfianza y el temor a expresarnos con
libertad. En resumen, a vivir la vida en plenitud.
Quiero expresar a la autora mi
gratitud, mi más profundo respeto y admiración. Escribir lo pueden hacer muchas
personas pero, tocar el alma de los lectores únicamente lo hacen los
privilegiados.
Solo me queda recomendar la
lectura de estos libros seas o no Mujer de agua. Siempre se puede aprender
algo. O, por contraste, sentir la satisfacción de tener una pareja maravillosa
junto a ti.
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