Qué decir de esta novela..., sólo con leer los primeros párrafos ya me cautivó, transmite tanta emotividad..., que en algunos momentos casi he creído estar dentro de la historia y haber formado parte de ella. Antonia tiene una forma tan especial de narrar las emociones, que mientras la lees los sentimientos están a flor de piel.
Al principio me sentía desconcertada, no entendía muchas cosas de las que leía, pero me dejé llevar…, pensando que todo tendría un significado y esas hojas de arce ya me enseñarían el camino.
Fabiola se desplaza a un lejano pueblo a escribir la biografía de alguien que no conoce, desde que llega a ese lugar, todo lo que sucede es extraño y misterioso. Empiezan a suceder hechos que se escapan de la lógica y por mucho que se esfuerce no entiende.
Se sentirá atrapada en ese pueblo donde todo parece irreal, no sabe si lo que ve y siente ocurre de verdad o es fruto de su imaginación…, hasta el punto de querer huir, situación a la que se tendrá que enfrentar, porque quizá no deba salir de ese entorno y sea necesaria su presencia allí por algún motivo.
A partir de ese momento sucederán muchas cosas en su vida y en la de los restantes personajes, situaciones en las que nos hace pensar que nunca debemos perder la esperanza por muchos problemas que tengamos, que siempre hay algo o alguien que nos da ese empujón para seguir adelante, que nuestro mayor tesoro es la fuerza de voluntad y que todo lo que nos pasa tiene un porqué.
Posiblemente la mayoría de las veces sólo nos preocupamos de la parte material y dejamos atrás lo más importante: el amor, los afectos, la familia..., nos olvidamos casi de vivir.
Adjunto unos párrafos de los muchos que hay, son preciosos y reveladores de la historia que nos cuenta:
“Cogió mi mano derecha, la abrió y depositó en ella la hoja de arce roja que había bailado en el aire con la de mi marido y que, finalmente, cayó sobre mi copa: Guárdala, estoy seguro de que todo esto tiene un significado. Nada sucede por casualidad, tú y yo lo sabemos”
“Ayer, después de conocernos, le contó a su madre la historia sobre ese lugar maravilloso en el que las nubes son malvas y por las tardes siempre llueve. Le describió el bosque de arces y el rojo aterciopelado de sus hojas”
"Comprendí que la vida estaba hecha solo de sentimientos y recuerdos”
Para terminar decir que me ha gustado mucho, me ha parecido una historia mágica y sobre todo muy emotiva.
Enhorabuena Antonia por esta preciosa novela y ya sabes…, te espero en: “Segunda a la derecha y luego recto hasta el amanecer”
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