Abriendo el paraguas rojo
Por Cristina Suárez
Muchos momentos
vividos en unas cuantas páginas que conmueven y que hipnotizan a la vez. Las
historias se entremezclan entre el pasado y el presente, deseando que llegue un
futuro nuevo y esperanzador pero sin dejar de vivir el instante real. Repleto
de frases que emocionan y que al igual que la primera parte saben llegar a ese
rinconcito del alma que todos tenemos guardado dentro de nosotros.
La vida de Mena,
Remedios y Amanda, las nuevas “brujas de Eastwick”, está llena de magia, como
no podía ser de otra forma. Una magia que envuelve la narración desde el
principio y que llenará el mundo de las protagonistas poco a poco, sintiéndola
en cada segundo de la existencia de esas “mujeres de agua”, valientes y
decididas, acompañadas por esos “hombres de viento” que tan necesarios son para
ellas. Todo bajo la protección de ese paraguas rojo, que al igual que la
lluvia, aparece en los momentos más importantes de sus vidas.
Parte de esa magia
también se refleja en los escenarios que aparecen en la novela. ¿Cómo no sentir
la magia en ese rinconcito de Galicia donde la Queimada, el Conxuro, el mar, el
olor y el color tan especial que tiene, embriaga de sentimientos a quien lo
conoce? Y quien no lo conoce seguro que después de leer esas páginas, en algún
momento de su vida sentirá la necesidad de acercarse a esa tierra tan querida
por mí.
Pero no solo está ahí
la magia, también en el interior de cada una de ellas y en el “Herbolario” que
las une, donde todavía se puede notar la presencia de sus antiguas dueñas, que
de una forma u otra siempre acompañarán a las protagonistas de este libro.
Solo queda darle las
gracias a Antonia J Corrales por emocionarme una vez más con sus palabras. Es
un placer leer sus libros y estremecerse con esos mensajes que llegan muy
dentro.
2 comentarios:
Muchas gracias, Antonia ¡Qué ilusión me ha hecho!
Un besazo, mi niña
Muchas gracias, Antonia ¡Qué ilusión me ha hecho!
Un besazo, mi niña
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