El dictamen fue laborioso, había mil obras a concurso. Cinco meses después de haber finalizado el plazo de presentación, el tribunal seguía sin ponerse de acuerdo. Acosados por los patrocinadores, los autores participantes y los medios de comunicación, que ávidos de información se amontonaban junto a la sede de la organización esperando una respuesta, se vieron obligados a tomar una decisión drástica que pusiese fin a aquel calvario de deliberaciones. Eliminaron todas las obras que no tenían marco. Del millar de obras pictóricas, 999 se habían presentado sólo con bastidor. El único óleo enmarcado fue declarado, sin más dilación, ganador del Certamen.
En el lienzo estaban rotuladas todas y cada una de las letras del abecedario. La explicación del Jurado al fallo fue contundente: «Nunca habíamos visto una obra pictórica que expresara con tanto realismo la creación literaria de los últimos años. Decididamente la pintura ha evolucionando, está cambiando» La disquisición fue acogida con agrado en el mundo de las letras:
«Al fin, alguien se ha percatado de la importancia que tiene el abecedario en la creación literaria».
En el lienzo estaban rotuladas todas y cada una de las letras del abecedario. La explicación del Jurado al fallo fue contundente: «Nunca habíamos visto una obra pictórica que expresara con tanto realismo la creación literaria de los últimos años. Decididamente la pintura ha evolucionando, está cambiando» La disquisición fue acogida con agrado en el mundo de las letras:
«Al fin, alguien se ha percatado de la importancia que tiene el abecedario en la creación literaria».
© Antonia J Corrales
*Texto finalista en el IV Certamen Internacional de narrativa hiperbreve Acumán
Publicado en la revista Portorriqueña "The Big Times"
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