Reseña "La mirada de una bruja", por Historias desde Virginia


Reseña de la segunda parte de la trilogía Historia de una bruja contemporánea: La mirada de una bruja, por el blog literario Historias desde Virginia




"La escritora sabe meternos en la historia describiendo con gran sensibilidad cómo se sienten cada uno de los personajes, que son piezas fundamentales en todas las tramas." 




Uno de mayo, día del trabajador, ¿para quién?


Los mayores de 50 llevan excluidos del mercado laboral mucho, demasiado tiempo. A ellos, antes del Covid19, les atacó otro virus, el virus de esta sociedad discriminatoria con jefecillos que entrevistan descartándote en tu cara porque eres mayor de 50. Cadetes de West Point que aún sabiendo que no entrarás en la lista de los seleccionados solo por tu edad, te dan charlas plagadas de ejemplos ridículos. Frases aprendidas de memoria en sus otras charlas, esas que imparten para los que forman la plantilla del departamento de Recursos Humanos, irónicamente, deshumanizado.

Mayor de 50, ex trabajador sin recursos, ya en exclusión social. ¿Hoy también es el día de ellos? No, creo que no. Ni lo es hoy ni lo fue ayer y lleva sin serlo desde la crisis anterior a la de este virus que ha matado y mata, que vapulea la vida y el futuro de la población mundial. A ellos se les une, a su situación anterior, esta maldita pandemia que les paraliza todavía más. Es el caso de mi marido al que su experiencia, su currículo y sus ganas, ya su necesidad anímica y económica, no le sirven más que para llenar las páginas de búsqueda de empleo. Está en todas las plataformas existentes en el mercado, EN TODAS.


Aún estoy esperando que entre esas medidas que se han dado para garantizar “la vida” a los damnificados por los ERES, se hable de los mayores de 50 que llevan más de 4 o 5 años sin trabajo y sin una mísera prestación. Nadie y digo NADIE, ningún partido político les ha tenido en cuenta, ni tan siquiera les ha mencionado. NINGUNO. Está claro que llevan olvidados demasiados años, ¿por qué acordarse de ellos ahora?¡ Ahora menos que nunca!

¿Día del trabajador? Deja que me ría por no llorar. Utopía, demagogia y populismo de mierda.




Antonia J Corrales © Copyright 1 mayo 2020




RESEÑA DE LA TRILOGÍA HISTORIA DE UNA BRUJA CONTEMPORÁNEA. Por Miguel Salvador



1.- Una bruja sin escoba


Sinopsis: Diana vive en Madrid, una ciudad ruidosa y sin alma, donde su condición de bruja no tiene cabida. De pronto se ve envuelta en una trama de misterio que la llevará a indagar en sus orígenes y la obligará a volver a aceptarse a sí misma como bruja, algo a lo que había renunciado desde su más tierna infancia.





Opinión: Primer libro de esta autora, Antonia J Corrales que leo y no me ha decepcionado. Lectura fresca, que engancha y que me ha dejado con ganas de más, de saber qué pasa con esa bruja. Tendré que esperar un poco. El libro entretiene mucho, de fácil lectura y que cambia lo que tú crees que va a pasar. Me ha gustado mucho y seguro que me leeré los otros dos libros que forman la trilogía.


2.-La mirada de una bruja 

Opinión: Segundo libro de la trilogía Historia de una bruja contemporánea.
Al igual que el primer libro, no pierde ni un ápice de interés la vida de esta bruja sin escoba. Una bruja muy humana en donde las relaciones con sus amigos prevalecen ante todo. No es el típico libro con hechizos, trucos de brujería por doquier, Es algo más. Llegas a disfrutar de una vida conectada por unas personas a cual más distinta, pero a la vez con muchas más cosas en común de las que puedes imaginar. Como comenté en el primer libro, este ídem... Muy bueno.

Corriendo a leer el tercero...


3.-El destino de una bruja 

Opinión: Poco más de un día me ha llevado el leer este tercer libro de la trilogía Historia de una bruja contemporánea.

Tengo que reconocer que este último libro ha sido un poco diferente a los otros dos anteriores. Los dos primeros me gustaron mucho, una historia diferente a los relatos de brujas a los que estamos acostumbrados, tal vez por eso me enganchó su lectura. Este tercer libro ha sido diferente. Desde la primera página ha sido un no parar, un sinfín de sensaciones y emociones, una fuerza que hace que no puedas parar. Muchas veces, cuando leemos trilogías o sagas, empiezan bien y poco a poco van perdiendo fuerza. Esta trilogía es todo lo contrario. En este último libro ha sido el colofón perfecto, con un final muy emotivo e inesperado.

Puede ser que al acabar de leerlos creas en las brujas.
Muy buena trilogía que merece la pena leer.




Disponible en Amazon en electrónico y papel : ENLACE A LA PÁGINA DE AUTOR EN AMAZON

El silencio de los que callamos



Me gustaría ser políticamente incorrecta, pero no puedo.

A veces me arrepiento de ser conocida porque ello me imposibilita expresar mi opinión sobre el dictamen de otros a los que mis palabras les harían heridas en su orgullo, en ese saber de sabiondos en el que se aposentan sin el más mínimo recato, sin vergüenza y sin conocimiento. Todo ello, de hacerlo, repercutiría en mi trabajo, en los comentarios a mis obras. Ya he catado ese veneno; muchos de nosotros lo conocemos y olemos su tufo a distancia.

No solo en este país, en todos existen los contracorriente, que no la resistencia. Son los  que le sacan punta a todo. Los  que destrozan y critican el trabajo ajeno. Esos tontos de pacotilla que le ponen el punto a la i aunque ésta sea griega. Los que se reafirman matando al vecino o al compañero de trabajo; aunque sea de forma metafórica. Los que para sentirse alguien necesitan  destrozar la esperanza y las ganas de la mayoría.

Estoy harta de filibusteros de pacotilla; de sabiondos estúpidos, de descabezados, de dictadores en potencia cuya frustración les lleva a intentan imponer su doctrina a toda costa. Harta de los “radiomacuto”, de los “mascachapas” que no dan palo al agua, de los cenutrios que dan clases de vida, de los jefecillos de cartón piedra, de tanto bandido suelto escupiendo sin piedad sobre las ganas y la vida de los demás; sobre nuestro presente y nuestro futuro.

 La historia se repite una y otra vez y con ella los clones surgen de nuevo, son como los de antaño; el mismo perro con diferente collar, gemelos idénticos en comportamiento. Salen en masa de las alcantarillas creyéndose Dios. Protegidos por el anonimato que les da la red o amparados por esa falsa libertad de expresión que machaca sin piedad la de otros.

Muchos, como yo, observamos, escuchamos, leemos y callamos porque éste no es nuestro tiempo, es el de los "bocachanclas"; el de los pequeños Nicolás. Un tiempo con demasiados profetas y dioses de barro. Un tiempo de faraones sin pirámides y, desgraciadamente, con demasiado séquito. 

Antonia J Corrales © Copyright 28 abril  2020

DIARIO DE UNA ESCRITORA XXVI

Una del derecho y otra del revés


A veces digo, y qué más da, otras hago un ovillo con mis pensamientos y sentimientos encontrados. Un ovillo que suelo guardar y al que, de cuando en cuando, doy vueltas en mis manos como si fuese una pelota anti estrés. Pero su giro entre mis dedos me produce desazón, tristeza y me paraliza. Un ovillo que no tiene color porque poco a poco, vuelta tras vuelta, se torna gris. Hasta que alguien, algo o algunas palabras tiran de uno de sus cabos y lo deshacen. Y respiro, respiro aliviada porque comprendo que en vez de hacer una madeja con todo aquello que me entristece y  me paraliza, debo tejer un jersey a colores, de colores fuertes y llenos de vida, como los del arco iris. Un jersey largo y amplio que proteja mi alma y le recuerde a mis pasos que dejar de caminar no sirve para nada, que la memoria debe ser selectiva porque estamos hechos para luchar.

Tengo infinidad de madejas que deshilachar, de colores, de muchos colores vivos que me recuerdan que la vida  hay que tejerla una y otra vez: una del derecho y otra del revés. Y, así,  sin que se me antoje, sin percibirlo, he tricotado un jersey; mi jersey.     

Antonia J Corrales © Copyright lunes 27 de abril 2020
    

Reseña Una bruja sin escoba por el Blog: Historias desde Virginia


"Es una magia con sensibilidad, intuición, pétalos de rosa, es una magia con el alma de los objetos, en la que se puede hablar sin voz, con el pensamiento. La magia de los símbolos, el polvo de los ladrillos y las piedras de colores. Hay muchos diálogos que están llenos de buenos valores humanos que te hacen reflexionar. Hay una realidad mágica que quizás envuelve nuestra vida diaria y no nos damos cuenta y ahí está el sentido de la vida, el verdadero, el bueno."



DIARIO DE UNA ESCRITORA XXV




Cuando el tiempo se detiene




Aún conservo en el interior de una gaveta entreabierta la esperanza. Juega conmigo al escondite. Por su ir y venir, se me antoja que quiere escapar, pero no puedo ni debo dejarla marchar. Allí también guardo un puñado de recuerdos. Forman parte de un pasado casi inmediato que se me escurre entre los dedos; los mismos dedos que cuentan las horas yermas de este presente tan imprevisible como vacío. Nostálgico de aquel entonces que se fue sin previo aviso. Son los mismos que contaron, escondidos bajo el pupitre, los de aquella suma infantil. Hoy les falta rapidez, les sobra melancolía y ganas para sumar o restar. Y es que las sumas y las restas, los gráficos y los números se han convertido, desgraciadamente, en estadísticas inhumanas que buscan mesetas, curvas, bajadas o subidas sin nombres ni apellidos; padrenuestros enlutados desde la distancia. Sin ese, tan necesario, último adiós.
En mi terraza sigue corriendo el aire arrastrado por el viento que precede a una tormenta, el que antes olía a vida, a jara, pino y tierra mojada; pero sobre todo a sueños y libertad. Intento atrapar un puñado de su fuerza. Cierro los ojos, extiendo los brazos y abro las manos olvidando que el viento siempre se va. Es como el futuro; un trashumante loco de atar.


Voy y vengo. Me detengo unos instantes y luego de un suspiro casi apagado me vuelvo a ir. Marcho tras las lágrimas vertidas por los que se han ido y por los que se irán. Víctimas mudas y solitarias de una puñalada trapera que les pilló a contrapié.
Me pierdo en el blanco, verde o azul de las batas que inundan los pasillos de cualquier hospital. En el ruido y las luces de las sirenas y los aplausos. En la prisa y el miedo de los repartidores exprés. En el mocho de la fregona que antes bailaba y hoy llora su orfandad. En las mascarillas y los guantes que nos han robado, entre muchas cosas, la identidad. En los locales vacíos, en las saetas sin Virgen ni Cristo. En las fiestas sin feria ni gentío. En los bares cerrados donde nos conocimos, intimamos o brindamos. Esos lugares tan gratos para conversar. En las tiendas donde antes comprábamos zapatos, ropa o aquella sortija para regalar. Y el futuro se me antoja tan imprevisible como la mente de un científico perturbado.


El tiempo, ese que antes escaseaba, va y se detiene. Lo hace una y otra vez. Se para, se interrumpe, se trastabilla; cojea.


La vida hoy se me antoja un juego de irreverentes, de bandidos irresponsables que disparan al aire sus mentiras, su ineficacia; su mortal irresponsabilidad.


La vida ya no nos me besa en la boca; se lo han prohibido. Pero, a pesar de ello, y aunque a muchos les pese, le robaremos un beso; ¡aunque solo uno sea! 

Antonia J Corrales © Copyright abril 2020

NO OLVIDES

Además de las medidas de prevención sanitarias y de comportamiento social es importante:

1.-No difundir noticias falsas.
2.-No compartir noticias alarmistas.
3.-No dar pábulo a los que pretenden desunirnos.
4.-No contribuir a hacer viral la mala baba o los intereses políticos o económicos de muchos, que está claro nos quieren utilizar y en este caso juegan con nuestra salud.
5.-Hay que recordar que las redes sociales también son la cueva de muchos bandidos: ten cuidado, ¡no dejes que te utilicen!
Maneja las redes con más prudencia y conciencia social de lo habitual. ¡Todo cuenta en esta lucha!

#YoMeQuedoEnCasa


EN UNA CRISIS SE OLVIDA POR COMODIDAD, DESIDIA O INTERÉS ECONÓMICO; EN MEDIO ESTÁ LA FALTA DE HUMANIDAD.

Teletrabajo y no salir de casa a no ser que sea imprescindible, son las recomendaciones, aparte de las medidas de higiene preventivas, que más se escuchan y leen en todos los medios de comunicación y redes durante los últimos días. Todas ellas estupendas y que se deberían haber tomado, bajo mi punto de vista, al menos dos semanas antes. Lo que aún no he escuchado es hablar de la población de riesgo del sector servicios: LOS GRANDES OLVIDADOS.

Las cajeras/os, los dependientes/as, los repartidores/as, los camareros/as… no son mencionados por nadie. Ellos no pueden abandonar sus puestos de trabajo, no pueden teletrabajar y no tienen medidas de seguridad. Las cajas se abarrotan de gente, los billetes corren entre sus manos, la gente les habla a menos de un metro de distancia y tocan los objetos que otros han tocado y en los que en muchos casos han tosido o estornudado. Irónicamente, o desgraciadamente, más bien lo segundo que lo primero, todos están trabajando al máximo rendimiento y con un riesgo mayor que el resto de la población; sin contar a los sanitarios, a los que, no solo ahora, yo profeso un gran agradecimiento por su labor. Pero las personas que hacen posible que tengamos los supermercados abastecidos, las tiendas llenas de esa ropa o calzado que ahora no es imprescindible y que seguimos comprando como idiotas, arriesgando nuestra salud y la del resto, son ellos: el personal del sector servicios. Ellos hacen posible que podamos adquirir alimentos, medicinas… y ese ya famoso papel higiénico. Ellos son los desheredados de esta crisis sanitaria;  de esta pandemia. Y, parece que son inmunes o están en la obligación de serlo. Va por ellos y por ellas: dependientes/as, cajeras/cajeros, repartidores/as, camareros/as Personal de limpieza… Con horarios infrahumanos, con sueldos míseros y en estos momentos uno de los sectores más expuestos y más olvidados. Muchos valoramos vuestro trabajo y estamos en desacuerdo con los pocos cuidados y prevención de la que disponéis, con todo lo que estáis dando en estos momentos de crisis. Espero que vuestras empresas sepan recompensar vuestro esfuerzo en la sombra, porque muchas de ellas, sobre todo las de alimentación, están haciendo buenas cajas. El agosto en marzo, ¡¡qué triste!!    

Los que valoréis y os identifiquéis con un sector tan importante como el de los servicios directos al consumidor, por favor: No compréis más de lo necesario.  Se puede prescindir del calzado nuevo, de la ropa, las joyas…  Debemos posponer la compra de todo lo que no sean productos de primer orden. Cuando adquiráis los de primer orden, mantened la distancia mínima de seguridad. Hacedlo por ellos, hazlo por ti y por todos aquellos con los que te vayas a cruzar o convivir. Apoyemos su trabajo y el riesgo que todos están corriendo porque ellos, no lo olvides: NO PUEDEN TELETRABAJAR.        
 Antonia J Corrales  © Copyright viernes 13 de marzo 2020

NOTICIA LITERARIA




Ya podéis adquirir en formato electrónico en Amazon, a 2,99, QUÉ NO DARÍA YO POR EMPEZAR DE NUEVO. La reedición independiente de As de corazones; que estrena nuevo título y portada. Ambas cosas se ajustan adecuadamente a la trama de la novela; algo que antes no sucedía.

Sí quieres sentir emociones fuertes, no lo dudes; lee esta historia tan diferente como emocionante. "UN DISPARO AL ALMA Y AL CORAZÓN"






ENLACE A LA COMPRA EN AMAZON

DIARIO DE UNA ESCRITORA XXIV





Que la vida se nos va, como el humo de ese tren...




    En muchas ocasiones me pondría a escribir sin acotaciones. Sin tan siquiera pensar en la historia que voy a contar, porque a veces la historia es lo de menos. Hay tantas cosas que narrar. Pequeños detalles que minan o elevan nuestro diario, que forman parte de nuestra vida como el latir semiinconsciente y silencioso de nuestro corazón. Momentos que se quedan ahí, perdidos en un limbo lleno de recuerdos. Son tan pequeños, tan chicos, que suelen evaporarse como pavesas llevadas por una brisa de verano impropia y anochecida.



    Hay días que escribiría y describiría esas miradas que dejamos caer sobre las hojas verdes de aquel árbol, cuyo tronco curtido por las cicatrices del tiempo, soporta y da vida a ramas que aspiran rozar el cielo. Lo hacen ingenuas, hasta que llega la época de poda o el viento de una borrasca derriba el tronco que las sostiene. Con su caída se van nuestros pensamientos a otro lugar, a otro espacio de tiempo; allá dónde el árbol ha dejado de existir.

    Narraría esas tardes de pan y chocolate: de rescate, del truco, de los alfileres que llenaban nuestros alfileteros de colores y con los que jugábamos a la hora del patio. De las pellas que hacíamos las tardes de primavera en el instituto. De aquella máquina de bolas que costaba veinticinco pesetas la partida. De los guateques en casa de tal o cual. De las pipas en el parque, sin dinero en los bolsillos pero con mil temas de los que hablar y cientos de sueños por realizar. De las canciones que cantaba uno de mis amigos, guitarra en mano, en aquella bodeguilla de Valdemorillo.

    De cuando descubrí la libertad. 

    Retomaría mis primeros relatos, escritos a mano con bolígrafo, sobre hojas cosidas y milimetradas Aquel caballete dónde pinté muchos cuadros que fui regalando. Las láminas donde las caricaturas tomaban vida con la tinta china. Los colores que aún hoy me hacen evocar recuerdos maravillosos. Mi primer amor, el otro y el de más allá. Cuando conocí al de verdad. El después de amarnos a pesar de los obstáculos. El ahora. Nuestros sueños, los de ambos; muchos aún sin realizar.
    Contaría cómo cuando hago “de comer” la radio ameniza mi ir y venir de un lado a otro de la cocina. Relataría con todo lujo de detalles mi forma de bailar y cómo canto, eufórica, todas y cada una de la canciones de Fito y los Fitipaldis, sobre todo, La casa por el tejado: "Ruinas, no ves que por dentro estoy en ruinas…" "...menos mal que fui, un poco granuja, todo lo que sé , me lo enseñó una bruja… "


Antonia J Corrales © Copyright 20 de febrero de 2020

De publicar hablamos



“Aquel día, sin ninguna razón en particular, decidí salir a correr. Corrí hasta el final del camino, y cuando llegué, pensé que tal vez podía correr hasta el final del pueblo. Y cuando llegué, pensé que tal vez podía correr hasta el condado de Greenbow. Noté que si había llegado tan lejos, tal vez podía correr a través del gran estado de Alabama. Corrí derecho hasta el océano. Y cuando llegué, noté que ya había llegado lejos, y que tal vez debía dar la vuelta y continuar corriendo...”
Forrest Gump






Como en todas las empresas, en las editoriales, hay una falta de personal evidente. Es imposible leer todo lo que llega a una editorial. Por ello, es improbable que se pueda cribar de una forma justa todo lo que entra en el circuito de valoración. Muchos textos se desechan sin haberse ni tan siquiera hojeado. Esto sucede por diferentes motivos: falta de personal y tiempo o, simplemente, porque el autor es novel, poco conocido en las redes sociales o no es un personaje popular que pueda dar un rédito que, se supone, amortizará, como mínimo, los gastos de publicación y el anticipo; si lo hubiere.


Hace unos años era más fácil o “probable” que un texto cayera en manos de un lector editorial, o de un editor, y éstos leyeran las primeras páginas para terminar valorándolo, creyendo en él y lo presentasen para su posible publicación. Algo que no siempre depende del editor, sino de otros factores como el comité que estudia las posibles ventas, los beneficios o las pérdidas que pueda dar u ocasionar ese texto. No olvidemos que, aunque no nos guste o no nos favorezca, una editorial es un negocio y, como tal, para sobrevivir, necesita ingresos y, sobre todo, beneficios. Un editor puede creer firmemente en el valor de una obra y pelear por ella, en muchos casos con uñas y dientes, pero no siempre depende de él o de ella; de su juicio. Tristemente, cuando esto sucede, porque no siempre es así, su opinión está en un segundo plano. En el primero están las cifras, las posibles cifras de ventas que se unen a los gastos de edición y promoción. Todo ello le resta valor al texto y a sus posibilidades de ser comprado.


Hubo un tiempo en el que se buscaban nuevos nombres y nuevos estilos que atrajesen a un público diferente, también a los lectores fieles a otros autores u otros sellos editoriales. En la actualidad, las redes sociales, los personajes famosos y la amistad o el “conocimiento” dificultan aún más la entrada de textos y autores nuevos en ese circuito plagado de las curvas y los recovecos que tiene que sortear una obra hasta ser publicada.


En mi opinión, en estos últimos años, se ha publicado demasiado y muy rápido. A veces se ha hecho solo por nombre, por ese nombre que alcanzaba los primeros puestos en las listas de ventas de autores Indies o de likes en las redes sociales. Fue a raíz de la publicación independiente o INDIE cuando el fichaje de nuevos escritores aumentó. La compra de esos textos, en muchos casos, no fue previa valoración de los mismos, sino del puesto que ocupaban en el top 100. ¡Graso error! que, una vez más, lleva a lo importante que es leer un texto antes de rechazarlo o contratarlo. Esto, los fichajes a tumba abierta, en algunos momentos, produjeron unas ganancias relativas, que con el paso del tiempo desaparecieron y se convirtieron en pérdidas. Pocos autores y obras se mantuvieron en los primeros puestos de ventas tras aquella oleada de nuevos talentos que consiguieron lectores como quijotes; sin respaldo editorial.
La falta de ventas ha aumentado exponencialmente en los últimos años. Hay demasiado catálogo y éste, aún agrupándolo, no da beneficios suficientes, ni a las editoriales ni a los autores INDIES, que también se ven perjudicados por una publicación casi masiva de obras de todo tipo y, ¿por qué no decirlo?: de diferente ralea.
Hoy en día, para conseguir que una editorial publique tu obra, o situarte entre los más vendidos tanto dentro de un sello editorial como de forma independiente, esto último aún más difícil que lo primero, no solo hay que luchar contra el autor consagrado o los personajes públicos cuyas biografías se venden como churros, contra las novelitas de más de un famosillo que sueña, sin escrúpulos, con despuntar en cualquier ámbito artístico. Hay que “pelear” frente a los escritores que no son tal y que publican títulos de forma masiva, mes tras mes, algo que, para muchos de nosotros, es paranormal. En estos días, en este presente que nos ha tocado vivir, también hay que dominar y estar presente en las redes sociales, cargar con sus mentiras y verdades a medias; aguantar estoicamente la manipulación de la realidad.


Esto, lo de escribir, se ha convertido, más que nunca, en una carrera de fondo, en un juego de azar en el que lo menos importante, la mayoría de las veces, es la valía del texto ya que, en muchos casos, la obra no llega a ser conocida por los lectores ni leída por las editoriales. Llegados a este punto entramos en el tema de la promoción; harina de otro costal que comentaré en otro momento.


Pero, a pesar de todo, si crees en ti y en tu trabajo, “corre”, nunca dejes de “correr”.
Antonia J Corrales © Copyright 6 de noviembre 2019